Luis Vuitton: la historia de un niño pobre que fundó un imperio

El legado de una familia cuya historia de constante creatividad se conoce mediante el emblemático sello nacido en París, que ha recorrido el mundo con estilo propio

Años y años de excelencia y creatividad artesanal comenzaron cuando el audaz Louis Vuitton dejó atrás a su familia en la población de Anchay, localizada en la región montañosa del Jura en los Alpes franceses, donde se les conocía como molineros.

El chico tenía 10 años cuando su madre murió. Poco después, el padre volvió a casarse con una mujer que no los trataba bien. Cuatro años más tarde, en la primavera de 1835, el adolescente echó a andar rumbo a su destino: París, que aunque le quedaba a 467 km (292 millas), el recorrido le tomó dos años.

Louis se incorporó al impulso que vivía la ciudad y creció paralelamente a ella. Encontró empleo como preparador y embalador aprendiz en el taller de Monsieur Maréchal , localizado a unos pasos de la rue St. Honoré.

¿Cómo comenzó su carrera?

Allí trabajó durante 17 años, tiempo en el cual perfeccionó los detalles esenciales para establecerse por cuenta propia: estudió el uso de las maderas más adecuadas, la importancia de la ligereza y la forma del baúl para facilitar el transporte del equipaje.

También aprendió a conceptualizar los interiores según las necesidades del cliente, en muchos casos diseñados para objetos específicos: ya fueran sombreros de copa y bastones, un escritorio portátil, un par de bicicletas o el baúl Brazza, en honor del explorador Savorgnan Brazza, que al abrirlo se transforma en una cama personal, y que gozó de gran popularidad.

La compañía Louis Vuitton disfrutó de gran expansión durante la segunda mitad del siglo XIX. Su primogénito, Georges, nació en 1857.

Dos años después, trasladó la fábrica para Asnières, un pequeño poblado cercano a París, situado junto al río Sena, por donde transportaba la materia prima; hasta el día de hoy continúa siendo el laboratorio para nuevos productos, y el centro de adiestramiento.

En 1871 mudó la tienda para el antiguo Jockey Club, en 1rue Scribe; allí permanecieron hasta que en 1914 construyeron el almacén más grande del mundo dedicado a artículos de viajes, localizado en 70 Champs Elysées.

La primera tienda en Londres se inauguró en 1885. Hacia el final de la vida del fundador, la compañía incorporó un sistema de seguro social y pensiones para sus empleados.