Hay pocas probabilidades de que un smartphone explote. Sin embargo,una caída, sobrecarga o utilizarlo mientras está conectado a la corriente eléctrica podría provocar un estallido.
Esto podría pasar porque las baterías contienen iones de litio, material altamente inflamable, por lo que un fuerte golpe o sobrecalentamiento ocasionaría que las partículas hagan un cortocircuito y se registre una explosión.
Ante estos riesgos, surge la pregunta: ¿es posible predecir o evitar este tipo de problemas con los teléfonos inteligentes? La respuesta: sí.
Aunque las cuestiones de diseño, técnicas, tecnología y desarrollo de un teléfono inteligente dependen completamente de la empresa, los usuarios pueden atender algunas recomendaciones para evitar este tipo de accidentes y hacer más duradera la vida de sus dispositivos.
Y es que un celular no soporta una temperatura mayor a los 50 grados centígrados, por lo que es necesario mantenerlo en un lugar fresco o ventilado; evitar su exposición al sol por un largo lapso y no guardarlo en un lugar caluroso como bolsos, bolsillos de pantalones o sacos.
Además, usar una mica, una funda o carcasa protectora, son otras formas de proteger al dispositivo móvil del agua, polvo, arena o tierra.
Las cargas nocturnas o durante tiempo prolongado puede ocasionar accidentes y estallidos, por lo que se sugiere cargar el celular en el día y desconectarlo cuando esté totalmente cargado, ya que una variación en el voltaje podría provocar una posible detonación.
Además, mientras se cargue la batería se sugiere no utilizar el teléfono, ya que en este proceso la pila se mantiene caliente y si se utiliza el equipo aumenta la temperatura, lo que finalmente provocaría un incidente.