Según expertos, el color impacta de forma positiva o negativa en el entorno y las personas que lo habitan, condicionando la percepción del espacio y los objetos, además de afectar directamente a la concentración, la productividad y la imaginación. Por eso aquí te presentamos tres categorías que te ayudarán a elegir mejor el color de tus espacios.
- Colores neutros: Blanco, negro, gris, beige, marrón, caqui y marfil. Son elegantes, serenos y acogedores, y son especialmente idóneos para crear un ambiente tranquilo, inspirador y que te invite a pasar mucho rato en el.
- Colores fríos: Se considera a todos aquellos en los que participa el azul, entre los que encontramos el verde, el turquesa, el cian, el azul, el índigo y el violeta. Algunos efectos sicológicos en las personas evocan calma, tranquilidad y paz interior, aunque también tristeza, soledad y poca intimidad.
- Colores cálidos: Algunos ejemplos son: el rojo, el naranja, el amarillo y el escarlata, aunque debemos destacar que van desde el magenta hasta el amarillo verdoso. Todos suelen generar sensaciones positivas, excepto en aquellos casos en que son llevados al extremo, por lo que si quieres es crear un espacio armónico y pasible, no te excedas en su uso.
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