El Castillo de Neuschwanstein es una de las construcciones más majestuosas no solo de Alemania, sino de Europa. Sin embargo, el cuento original no tiene un final feliz: el rey Ludwig II creó esta fortaleza para satisfacer sus fantasías, aunque murió en extrañas circunstancias y tras años de locura, dejando muchas preguntas por resolver.
Si has ido alguna vez a Disneyland sabrás que el castillo de los fuegos artificiales que aparece al principio de las películas es el de la Bella Durmiente, que guarda un parecido espectacular con el de Baviera, en Alemania.
Disney se quedó tan impresionado que usó el castillo como modelo para la fortaleza de la Bella Durmiente. Ahora, como sabes, este castillo es el logo de las películas de Disney.
Construido a finales del siglo XIX, se dice que este castillo salió de la imaginación de un joven Ludwig, quien quería construir un castillo más alto que la fortaleza en la que se crio, el Castillo Hohenschwangau.
Ludwig apareció sin vida el 13 de junio de 1886, a la temprana edad de 40 años. Se había ahogado en el lago de Starnberg. El caso habría sido cerrado como suicidio, pero que el cuerpo de su psiquiatra apareciese justo al lado descartaba esta opción.