En las redes sociales se muestran imágenes donde se aprecia el estado que guardaban la tela y las aplicaciones del emblemático vestido antes de que Kim lo utilizara y el nivel de daño que le causó a la pieza luego de que la forzó para poder entrar en ella y ser fotografiada en el cierre del importante evento de moda.
La pieza se trata de un diseño ceñido adornado con más de 6 mil cristales cosidos a mano por Jean Louis cuyo dueño original era el coleccionista Scott Fortney. Este vendió el vestido al museo Ripley’s Believe It or Not y ahora le acusa en su cuenta de Instagram @marilynmonroecollection de los desperfectos causados a la pieza de Marilyn: “Tan comprometidos con mantener ‘la integridad del vestido y su preservación’, ¿valió la pena?”.
Mediante varias imágenes publicadas en redes sociales, Scott ha mostrado los daños que causó la socialité al vestido. Estos desperfectos se encuentran en la parte trasera donde faltan cristales y algunos están colgando, además de que la tela está rasgada en la zona de la cremallera. Esto demuestra que Kim forzó el vestido para cerrarlo e incluso en la gala se le veía con dificultad para moverse lo cual podría haber provocado estos daños.
El debate sobre si debería o no habérsele permitido sacar esa icónica pieza del museo Ripley’s Believe It or Not! para lucirla durante unos minutos en la alfombra roja, justo después se puso una réplica, acabó consiguiendo que se prohibiera el uso de prendas con valor histórico en las próximas ediciones del evento para protegerlas.