Un estudio de la Hamilton’s McMaster University asegura que en los últimos 50 años el consumo de energía de los dispositivos eléctricos ha crecido 600%, la mayoría relacionada con infraestructura para el Internet, incluidos servidores, computadoras y dispositivos móviles inteligentes. El correo electrónico es la mayor fuente de consumo.
Este enorme uso contamina y deja una huella de carbono abrumadora. La energía y recursos que requiere la gigantesca infraestructura que implica que estos sistemas funcionen, incluidos los de telecomunicaciones y servicios en línea, tienen un impacto definitivo en nuestro planeta.
En 2018 el sector de las Tecnología de Información y Comunicación (ITC por sus siglas en inglés) consumió entre el 6 y el 10% de las energía eléctrica generada en el mundo; se estima que para 2030 esa cifra aumente al 21% de toda la energía eléctrica, incluido en gran medida el uso de Internet. Se estima que la huella de carbono de la Web pronto podría llegar a iguala a la que genera el transporte mundial, el de mercancías y personas en conjunto.
Las matemáticas son contundentes: el envío de correos electrónicos contribuye realmente a agregar más a las emisiones de carbono. Se envían casi 2.4 millones de correos electrónicos cada segundo y se envían unos 74 billones de correos por año, suponiendo que todos los correos electrónicos emiten la estimación más baja (0.3g de CO2 cada uno), el total de CO2 generado en todo el mundo por los correos electrónicos sería de 22 millones de toneladas métricas de CO2 por año. Esto es equivalente a la cantidad de gases de efecto invernadero producidos por casi 5 millones de automóviles. Si todos los correos electrónicos emiten la estimación más alta (50g de CO2 por mensaje), cada año se generarán aproximadamente 4 mil millones de toneladas métricas de CO2 mediante correos electrónicos enviados a todo el mundo. Esto es equivalente al CO2 emitido anualmente por 890 millones de autos.
De acuerdo con la prestigiosa página especializada en estadística Stadista, en 2017 Facebook generó 979,000 toneladas métricas de dióxido de carbono.
Por otra parte, la revista Rolling Stone publicó el mes pasado un reporte del impacto ecológico que tienen los servicios de música en streaming, incluyendo el gigante del sector, Spotify. La publicación utilizó un reporte de la Universidad de Glasgow en Escocia, que afirma que el daño que provoca la transmisión de música por esta vía produce entre 200 y 350 mil toneladas de gases invernadero.
Uno de los usos más masivos para Internet es el de las redes sociales. Se estima que al menos el 84% de los usuarios de la Web usan al menos una red social. Para darnos una idea del impacto, un informe reciente de Gartner, compañía de investigación de tecnologías de la información, asegura que la energía que se necesita para enviar un tuit genera 0.02 gramos de CO2. Con 500 millones de tuits enviados diariamente en promedio, se genera un total de 10 toneladas métricas de CO2 por día. Y eso es solo Twitter, la séptima red social con más usuarios en el mundo por debajo de Facebook, YouTube, WhatsApp, FB Messenger, WeChat, Instagram, Twitter y LinkedIn, el Top 6 en ese orden.