1. Natación
Este deporte es perfecto para reducir el impacto que las disciplinas sobre tierra firme generan en las articulaciones y también para trabajar toda la musculatura corporal de manera global. "Nadar es bueno para individuos con artritis porque se soporta menos peso", apunta el Dr. I-Min Lee, profesor de Medicina en la Harvard Medical School. Además, desde la universidad revelan que existen estudios que han demostrado que esta actividad ayuda a mejorar el estado de ánimo.
2. Entrenamiento de fuerza
Los ejercicios de fuerza mejoran la densidad ósea, disminuyendo así el posible riesgo de osteoporosis o fracturas y protegiendo a la vez nuestras articulaciones. Además, logramos prevenir lesiones, ya que músculos, tendones y ligamentos tienen menos riesgo de dañarse, pudiendo resistir trabajos con mayor intensidad.
3. Caminar
Una disciplina al alcance de todos que cuenta con numerosas propiedades para la salud. Desde Harvard destacan que ayuda a mantener la figura, fortalece los huesos, equilibra los niveles de colesterol e incluso reduce el riesgo de padecer enfermedades como la diabetes, por ejemplo. Incluso ofrece beneficios a nivel cerebral y los expertos de la universidad mencionan que numerosos estudios han demostrado el poder de las caminatas para mejorar la memoria. Como objetivo final marcan los paseos de 30 a 60 minutos diarios, sin embargo, los principiantes deben empezar con trayectos de un cuarto de hora hasta que consigan andar más rápido y durante más tiempo