Es un hecho que tu cuerpo necesita energía para mantenerte funcionando de forma adecuada. Tooodo lo que comes tu cuerpo lo descompone para que puedas absorberlo y literalmente usarlo como “gasolina”.
Cuando comes carbohidratos, tu cuerpo los desdobla en glucosa, la glucosa viaja a través del torrente sanguíneo y es absorbida por las células (en los músculos, el cerebro, casi en todas partes) para convertirse en energía y te permite, desde pensar, resolver problemas en el trabajo hasta correr maratones.
Bájale al estrés
En una situación estresante, tu cuerpo se prepara para reaccionar a una amenaza percibida bajando los niveles de insulina y aumentando las hormonas del estrés como la epinefrina y el cortisol, todos los cuales aumentan el azúcar en la sangre.
Duerme lo suficiente
Un estudio reciente demostró que las personas que duermen menos de 6 horas por noche tienen muchas más probabilidades de tener una sensibilidad reducida a la insulina, lo que significa que sus células no pueden absorber el azúcar de la sangre.
Haz ejercicio
Mover tu cuerpo requiere energía, lo que generalmente significa que tus células tienen que usar los azúcares disponibles en su torrente sanguíneo (disminuyendo así el azúcar en sangre).
Incluye en tu dieta básicos con IG bajo
Los números más altos de IG (Índice Glucémico) provocarán un aumento más rápido de los niveles de azúcar en sangre, mientras que los más bajos (menos de cincuenta) representan un aumento más gradual y una caída más suave.
Ayúdate con Cromo y Magnesio
Puedes obtenerlo de verduras, aguacates, legumbres, nueces, semillas. La mayoría de las frutas y verduras son buenas fuentes de cromo, pero encontrará cantidades especialmente altas en el brócoli y la levadura nutricional.
Éntrale a la canela
Es increíble para regular el azúcar en la sangre, tómate un té todas las mañanas.
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