Hábitos diarios que te pueden provocar acné

Despídete de los granos

Aquí te vamos a explicar cuáles de tus hábitos, que sueles hacer a diario, son terribles para el acné:

Usar maquillaje que contiene ingredientes que obstruye los poros

Esto genera un efecto rebote porque estos compuestos contienen grasa, aceites, derivados de siliconas y químicos que ensucian el poro, no lo desinflaman y aumentan la irritación de la piel, es decir, empeoras todo lo que pensaste tratabas de corregir.

En cambio opta por limpiar tu piel en profundidad, usa fluidos hidratantes libres de aceites, y ricos en activos como el ácido glicólico, vitamina A y zinc, que regulan el exceso de grasa, tratan las imperfecciones y calman y reducen la irritación e inflamación de la piel. 

No consultar con un dermatólogo

Chicas, por supuesto que no vamos a negar la importancia de consultar con tus amigas, tu mamá, o tu medio de confianza, pero lo primero que tienes que hacer es visitar un dermatólogo para que paute el protocolo antiacné a seguir según la fuerza del brote, la periodicidad del mismo, tu tipo de piel y hasta tu estado de salud.

Tu novio tiene barba

Has notado que después de una apasionada sesión de besos con tu chico, ¿te aparecen granitos o brotes? El roce con la barba, sobre todo con las más duras, puede ocasionar irritaciones que deriven en apariciones esporádicas de acné. En estos casos el acné no es de tipo hormonal o por exceso de sebo, sino debido a la irritación causada por el roce intenso del pelo de la barba. 

En este caso tendrás que aplicar productos con activos calmantes, como el bisabolol, el agua termal y la vitamina E, que eliminen la irritación. Y, si la eliminación de la barba o el cambio de pareja no es una opción, lo más fácil es que tu pareja comience a usar cosméticos para acondicionar y suavizar el pelo de su barba.

Fumar

El cigarrillo reduce drásticamente la microcirculación de la piel, lo que disminuye, entre otras cosas, su buen funcionamiento y aumenta el riesgo de sufrir infecciones como el acné. Si eres fumadora, seguramente tu piel no tiene una buena oxigenación por lo que presentará mayor inflamación, poros más abiertos, peor tono y deshidratación o desnutrición. Si tu salud no es motivo suficiente para dejarlo, tu piel tal vez sí.

Eres incapaz de ver un granito y no tocarlo

No te juzgamos, te entendemos, porque a todas nos pasa igual, por eso estamos aquí para decirte que tocar los granitos solo empeorará las cosas, ya que con las manos extiendes las bacterias que lo causan, infectas el poro y aumentas la inflamación de la piel. 

No liberas el estrés como deberías

¡Este es un desencadenante real del acné! Según los más recientes estudios, se ha confirmado que en épocas de mayor ansiedad, las hormonas del estrés provocan que las glándulas sebáceas fabriquen más sebo de lo normal, favoreciendo la aparición de brotes de acné e imperfecciones severas en la piel.

No te lavas la cara después de hacer deporte, ¡ni mucho menos antes!

Al hacer deporte la oxigenación de nuestra piel aumenta y, si está sucia por causa de los restos de la contaminación, maquillaje o cremas, esa oxigenación no puede realizarse correctamente ya que los poros estarán obstruidos. Por lo tanto, tienes que lavarte la cara antes de empezar a hacer ejercicio (eso sí, bien protegida del sol si estás al aire libre) y limpiarla con tu limpiador habitual al terminar.

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