Financiers, el dulce más rico para tomar con el café

Es el típico dulce que se sirve en algunas sobremesas cuando llevan a la maesa lo que se conocen como petit fours -pequeños pastelitos, junto al café, después de una comida.

Los financiers son esos bizcochitos rectangulares de almendra que no suelen faltar en ese fin de fiesta y que se suelen hacen en versión pequeña para comer de un bocado. Te mostramos todo lo necesario para elaborarlos de forma casera. Cuenta la historia que este dulce fue creado por la Orden de la Visitación en el siglo XVII en Francia y de ahí que se le bautizara como visitadine. Pero en el siglo XIX empezó a comercializarse, sobre todo, en las pastelerías del distrito de la Bolsa parisino, se le dio forma de lingote y es cuando se empezó a conocer como financier.

Comparten bastantes ingredientes con los famosos macarons y la fórmula básica de los financiers tan solo lleva 5, que son almendra molida, harina de trigo, mantequilla, claras de huevo y azúcar. Pero a partir de ahí, admiten otros elementos. Puedes cambiar la almendra por otro fruto seco como la avellana o la  nuez, eso sí, molidos; le van muy bien elementos aromáticos como la vainilla, ralladuras de cítricos y especias como la canela, el jengibre, etc y a nosotros nos encanta ponerle frutas y/o chocolate a la masa.

Suelen tener forma de lingote y hay unos moldes específicos para hacerlos-, pero no es imprescindible. A la misma masa podemos darle otras formas con el uso de los moldes más variados. Y aunque se hacen en versión mini, es igual de válido hacerlos más grandes y luego cortarlos en trocitos.

Procedimiento

  • Precalienta el horno a 180-200ºC.
  • En un bol mezcla la harina de almendras y el azúcar e incorpora la harina de trigo tamizada.
  • Incorpora la mantequilla fundida y mezcla bien.
  • Monta las claras a punto de nieve con una pizca de sal y añádelas suavemente.
  • Engrasa y enharina unos moldes de 'financier' -rectangulares- y vuelca la masa.
  • Colócalos en la bandeja del horno y hornea 15-20 minutos o hasta que veas que están doraditos.
  • Saca con cuidado, deja templar, desmolda ¡y listo!
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