Mantener tus piernas, y demás zonas de tu cuerpo, suaves y listas para cualquier ocasión importante puede convertirse en un dolor de cabeza. Hay tantas formas de hacerlo y, sobre todo, tantos mitos, que arriesgarte a tomar una decisión no es fácil.
Aquí te dejamos un recuento de las opciones más comunes y efectivas. Seguro que entre ellas está la que te sacará de apuros y te hará lucir perfecta en todo momento.
Depilador
Esta es la opción más efectiva si necesitas depilar áreas pequeñas como las cejas u otras zonas de la cara. Su precisión garantiza que no vas a excederte o a remover los vellos incorrectos. Aunque usarlo puede doler un poco e incluso enrojecer la piel por unos minutos, hace que el próximo vello que crezca en ese lugar sea más delgado y, por tanto, menos visible. ¡Ojo! Requiere tiempo y concentración.
Cera fría o caliente
Este es tal vez uno de los métodos más conocidos y usados por las mujeres. Puedes emplearlo tú misma en casa (con mucho cuidado) o acudir a un profesional. Debemos advertirte que duele, pero su efecto puede durar hasta un mes. Por eso, vale toda la pena.
Rastrillo
Aunque es asequible y rápido, te asegura solo un par de días sin vellos, porque solo los corta desde la superficie, no de raíz. Además del riesgo obvio de cortarte, si no estás muy acostumbrada a usarla puede generar posibles infecciones.
Crema depilatoria
Es efectiva por sus compuestos químicos, que, en pocas palabras, deshacen los vellos. Es súper fácil de usar y no duele en lo absoluto. Aplícala una vez por semana para obtener el mejor resultado.
Depilación con hilo
Es una técnica profesional india que se aplica, sobre todo, en las cejas. Se usa hilo de algodón estándar para arrancar los vellos de manera sutil y tiene pocas probabilidades de irritación u otros inconvenientes.
Láser
Si lo que quieres es erradicar el vello, esta opción es para ti: elimina por completo los folículos de pelo, así que con algunas sesiones programadas será suficiente. Es indoloro y no hay ningún riesgo de quemaduras.
Hay un método de depilación adecuado para ti, siempre y cuando conozcas tus límites -dolor, tiempo y dinero- y, por qué no, animate a probar los que consideres más amigables con tu piel para dar con el ideal.
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