Los titulares de los periódicos económicos y no económicos de todo el mundo vuelven a coparse con noticias de las criptomonedas. Tras las recientes subidas del Bitcoin y, por extensión, del resto de divisas electrónicas, el sector y los inversores se han sumido en una nueva onda de positivismo, alcanzándose récords de cotización de los últimos meses a cada día que pasa.
Para todos aquellos que aún no se han sumido en la vorágine del mundo de las criptomonedas aquí les vamos a presentar una pequeña lista con algunas de las más cotizadas, es decir, las más deseadas. Desde las internacionalmente conocidas, como el Bitcoin, hasta otras más anónimas, como puede ser el XLM de Stellar.
Bitcoin
Prácticamente todo el mundo ha oído hablar, a estas alturas, del Bitcoin. La primera criptomoneda de la historia, creada por ese misterioso personaje que se esconde tras el sobrenombre de Satoshi Nakamoto, sigue liderando una década después el mercado de las divisas electrónicas.
En estos diez años han pasado muchas cosas en la cronología histórica del BTC: bifurcaciones que han creado nuevas criptomonedas, bajones en el precio, subidas impensables en su creación —llegó a valer 20.000 dólares por unidad en diciembre de 2017—, nuevos bajones y nuevas recuperaciones, como la de estas últimas semanas. Lo que todavía queda por ver es si el Bitcoin, como muchos predicen, se convertirá en una moneda de uso diario.
Ethereum
Del universo de las altcoins —palabra con la que se denomina a todas las criptomonedas que no son el BTC— el proyecto de Ethereum es, quizás, el que cuenta con más papeletas para encaramarse a esa primera posición. También es, por otra parte, la que cuenta con una mayor capitalización de mercado tras la criptomoneda original.
Ethereum, un invento del precoz genio de la tecnología y fan primigenio del proyecto de Satoshi Nakamoto, Vitalik Buterin, cuenta con algunas diferencias básicas respecto al BTC. La principal es que, por su formato, quizás se pueda adaptar más fácilmente a las operaciones del día a día, un argumento que puede jugar muy a su favor en el futuro.
Ripple
Conocida por algunos como la criptomoneda del sistema financiero, el XRP de Ripple es una divisa electrónica creada, en parte, como una extensión de la jerarquía financiera actual. A diferencia del Bitcoin o el Ethereum, proyectos que nacen para poner en cuestión el sistema económico actual, el Ripple nace como una contrarreforma que trata de legitimarlo.
Ese mismo estatus, por supuesto, funciona como una de sus mejores cartas de presentación y ofrece, a muchos inversores, un grado de confianza mayor. Hoy en día es la tercera criptomoneda con mayor capitalización de mercado, solo por detrás de BTC y Ethereum y muy por encima de la siguiente: el Bitcoin Cash.
Bitcoin Cash
El Bitcoin Cash es la primera moneda de esta lista que ha nacido de un fork o bifurcación. Las bifurcaciones son un corte en el protocolo del BTC que creó una nueva divisa electrónica basada en el mismo sistema pero que, a partir de cierto momento, sigue un camino diferente. Normalmente, los forks se suelen producir porque ciertos aspectos del protocolo original no gustan a una parte minoritaria de la comunidad.
Desde su creación al Bitcoin Cash no le ha ido nada mal, aunque muchos expertos auguraban su caída desde el comienzo, allá por agosto de 2017. Hoy en día se mantiene como la cuarta criptomoneda con mayor capitalización de mercado.
Stellar
El XLM de Stellar nace como una criptomoneda promovida por algunos de los nombres más reconocidos del sector de las nuevas tecnologías y la comunicación. Encabezando el proyecto está nada menos que Keith Rabois, reconocido inversor del ámbito de Sillicon Valley que ya ha participado en proyectos como PayPal, LinkedIn, Square o Slide. A su lado se acumulan otros nombres de gran prestigio, como Jed McCaleb, Patrick Collison, Matt Mullenweg, o Greg Brockman.
En realidad, el XLM se diferencia bastante de las otras divisas electrónicas ya que Stellar nace como un mercado para operaciones de intercambio entre divisas clásicas y electrónicas. Y en la actualidad, pese a que es la novena criptomoneda con más capitalización, la reputación de los nombres que la acompañan y lo novedoso de su proyecto la convierten en una de las divisas con más proyección del mercado.