El oleoducto Colonial Pipeline, el cual se extiende desde Texas hasta Nueva Jersey en Estados Unidos, permanecerá cerrado durante días después de un ataque cibernético de ransomware. Los investigadores federales indicaron que los atacantes tenían como objetivo datos corporativos mal protegidos en lugar de tomar el control de uno de los oleoductos más importantes de Estados Unidos.
Según informes del Departamento de Energía, el oleoducto es capaz de transportar unos t res millones de barriles de combustible al día a lo largo de más de 8 mil 800 kilómetros. Es decir, transporta casi la mitad del combustible de aviación y motores que se consume en el noroeste y gran parte del sur en Estados Unidos.
Los reportes señalan que un ataque ransomware bloqueó los sistemas informáticos mediante el cifrado de datos, paralizaron las redes sociales y después exigieron un rescate para desencriptarlo. Dos personas cercanas a la investigación cuyo nombre está bajo el anonimato para proteger su identidad, identificaron al culpable como DarkSide. Un grupo de hackers proveniente de Rusia o Europa del Este quienes han profesionalizado la ciberextorsión para atacar naciones occidentales en los últimos tres años.
Por otra parte, Colonial Pipeline con sede en Georgia, Estados Unidos, aseguró el pasado domingo 10 de mayo de 2021 que el proceso de restaurar algunos sistemas de TI estaba aún activo. Asimismo, el Departamento de Energía quien está liderando la respuesta del gobierno federal y la empresa no se han pronunciado al respecto sobre cuánto dinero están buscando los hackers y Colonial Pipeline no ha comentado si pagará.
A raíz de esta situación, la administración de Joe Biden señaló que el ciberataque al oleoducto puede ocasionar escasez de combustible a medida que se prolonga el cierre del gasoducto. Más de mil gasolinerías en el sureste reportaron quedarse sin combustible, debido a compras de pánico tras haber pasado cinco días del cierre del oleoducto.
Datos del sitio web Gasbuddy.com, en Virginia, el 7,7 por ciento de las casi 3 mil 900 gasolineras del estado informaron haberse quedado sin combustible. En Carolina del Norte, el 8,5 porciento de las casi 5 mil 400 estaciones estaban fuera de servicio.
Atlanta está sin combustible desde el lunes 10 de mayo de 2021, en Georgia casi el 6 por ciento de unas 6 mil 400 estaciones se quedaron sin combustible desde el mismo día. Otros informes señalaron, "los precios se dispararon ante la escasez de gasolina ocasionados por el ciberataque al oleoducto". Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos advirtió no tendrá tolerancia con aquellos quienes aumenten los precios.
Con la intención de aliviar la breve escasez, la Casa Blanca están tomando acciones rápidas ante la crisis energética renunciando a las normas de seguridad y medio ambiente. Todo con el principal objetivo de acelerar la entrega de combustible a través de caminos, barcos o ferrocarril. Para los expertos en el tema, el ataque planteó preocupaciones, una vez más, sobre la vulnerabilidad de la infraestructura crítica de la nación estadounidense.
Parte de esa vulnerabilidad refleja el papel que Texas ha adquirido al satisfacer la demanda nacional de petróleo y gas en los últimos 15 años. Además, es crítico en particular para el funcionamiento de muchos aeropuertos del este de Estados Unidos que, por lo general, cuentan con suficiente suministro para tres o cinco días de operación.
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