Los tomates son un alimento muy utilizado en la cocina mexicana, ya sea para sopas o guisados.
Después de comprarlos debes asegurarte de almacenarlos de manera correcta para que se conserven frescos y no se echen a perder en poco tiempo.
1. Al comprar esta hortaliza debes revisar que esté siempre firme y evitar aquellos blandos; elige aquellos con la piel lisa y brillante (sin arrugas).
2. Te sugerimos almacenarlos una vez que estén limpios y colocarlos dentro de una bolsa de plástico, sin cerrar o con perforaciones, en el cajón para vegetales del refrigerador.
3. O bien, puede colocarlos dentro de un recipiente de plástico con una capa de papel absorbente debajo.
Te puede interesar: ¿Sabes de qué está hecho el chile Tajín?
4. Si te agrada la idea de mejor picarlo (para después utilizarlo), o si te sobró, debes colocar la parte cortada boca abajo para evitar que se pudra por su propia humedad; asimismo, si lo picaste en trocitos, puedes ponerlo dentro de un recipiente de plástico con papel absorbente en el fondo.
Si almacenas el jitomate o tomates de esta manera podrás utilizarlos (enteros) de 10 a 12 días y picados hasta cinco días como máximo. Si quieres congelarlos, lo mejor es hacerlo sofritos o listos para usarse en una receta.
Como tip te sugerimos revisar en estos lapsos de tiempo si alguno se encuentra en mal estado para retirarlo, de lo contrario, podrá dañar a las demás.