Revlon Inc. se acogió el miércoles al Capítulo 11 de protección contra la bancarrota, el equivalente a la petición de concurso de acreedores, después de haber luchado en los últimos años por competir con las marcas emergentes centradas en internet.
El fabricante de esmaltes de uñas y lápices labiales, controlado por MacAndrews & Forbes, del multimillonario Ron Perelman, presentó una lista de activos y pasivos de entre 1,000 y 10,000 millones de dólares, según la solicitud presentada ante el Tribunal de Quiebras del Distrito Sur de Nueva York.
La declaración de quiebra se produce días después que The Wall Street Journal informara de que Revlon había iniciado conversaciones con los prestamistas ante los inminentes vencimientos de deuda para evitar la quiebra.
Las ventas de Revlon han tenido problemas con los cuellos de botella en el suministro y la incapacidad de cambiar rápidamente a los productos de cuidado de la piel, que tienen mayor demanda, perdiendo espacio en las estanterías de las tiendas de Estados Unidos frente a nuevas empresas respaldadas por celebridades como Kylie Cosmetics de Kylie Jenner y Fenty Beauty de Rihanna.
Por el contrario, su rival Coty Inc ha ganado cuota de mercado invirtiendo con fueraza para mejorar los suministros y atender a un repunte postpandémico de la demanda de rímel y lápices labiales.
Revlon, que está dirigida por la hija de Perelman, Debra Perelman, desde mediados de 2018, tenía una deuda a largo plazo de 3,310 millones de dólares al 31 de marzo.
Formada en 1932 por los hermanos Charles y Joseph Revson y Charles Lachman, Revlon fue vendida a MacAndrews & Forbes en 1985 y salió a bolsa 11 años después. La compañía compró Elizabeth Arden en una operación de 870 millones de dólares en 2016 para fortalecer su negocio de cuidado de la piel.