Según han asegurado las doctoras Carmen Terrón, coordinadora de la Unidad de Deterioro Cognitivo y Demencias del Hospital Nuestra Señora del Rosario, y María S. Manzano Palomo, neuróloga del Hospital Infanta Leonor de Madrid.
Las expertas han señalado que los doce factores de riesgo modificables de demencia establecidos actualmente serían responsables de un 40% de los casos de demencia o, dicho de otro modo, "si se pusiera en marcha un plan de prevención de demencia se podría evitar o retrasar un 40% de los casos".
"Esto convierte la actividad física en un factor protector frente al desarrollo de demencia y enfermedad de Alzheimer, así como frente a patología cerebrovascular, además de tener un efecto positivo sobre la salud y la calidad de vida", han asegurado las neurólogas.
Además, agregan que el sedentarismo favorece el desarrollo de otros factores de riesgo de demencia, como la obesidad y la alteración de metabolismo lipídico y glucémico, por no hablar de su relación con una disminución de la función cognitiva a lo largo de la vida y un mayor riesgo de demencia de cualquier etiología.
Así pues, las doctoras Terrón y Manzano aconsejan evitar la inactividad física todo lo posible, por lo que limitan el tiempo de sedentarismo a menos de dos horas al día; levantarse y moverse tras 30 minutos de sedestación ininterrumpida; aumentar el tiempo diario de actividad física ligera a dos horas cada día.
"La prevención de la demencia es una posibilidad real y un deber para la comunidad médica. Y más teniendo en cuenta que, al mismo tiempo, esta enfermedad genera una gran preocupación social, pero existe un gran desconocimiento sobre muchos de sus aspectos fundamentales", han asegurado.
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