A pesar de que en todo el año se debe hacer uso del protector solar para evitar problemas de salud futuros como el cáncer de piel, cuando inicia el calor y las altas temperaturas es donde más estrictos debemos de ser con su uso y su frecuencia.
Para esto, se deben considerar algunos aspectos para el cuidado de la piel y características especiales para la protección de la piel ante los rayos de sol, especialmente, de los más pequeños de la casa, a quienes les gusta poder estar en las albercas, playas y disfrutar del sol.
¿Es muy importante para los pequeños?
La Academia Americana de Dermatología (AAD, por sus siglas en inglés) recomienda que todos los niños, independientemente del tono de piel que tengan, se pongan protector solar con un Factor de Protección Solar (FPS) de 30 o superior, siendo este un aspecto a considerar. Se recomienda que sea el que contenga FPS de 50.
El sol emite dos tipos de irradiaciones: la UVA y UVB, siendo la primera la que causa envejecimiento prematuro y la segunda las quemaduras solares, por lo que es muy importante revisar que el bloqueador solar que se use sea uno de amplio espectro, es decir, que cubra ambas radiaciones.
Otras recomendaciones son usar generosamente el protector solar en toda la piel descubierta, especialmente en la nariz, las orejas, el cuello, las manos, los pies y los labios, además de reaplicarlo al menos cada dos horas, y más a menudo al momento de nadar o sudar.