Es habitual que antes de ingerir un alimento lo lavemos para 'eliminar' bichos o bacterias que puedan contener, uno de ellos es el pollo, aunque cada vez menos personas lo pasan por agua, el motivo no es otro que los peligros que esconde. En los casos más graves, puede ocasionar la muerte y aquí te explicamos el motivo.
La Agencia de Normas Alimentarias de Reino Unido (FSA por sus siglas en inglés) es quien da la voz de alarma respecto a esta práctica tan habitual en algunos hogares. Las autoridades consideran que lavarse las manos o cocinar bien la carne es suficiente, ya que limpiar el pollo antes de cocinarlo puede traer consecuencias importantes para nuestra salud.
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¿Por qué no lavar nunca el pollo antes de cocinarlo?
Esto se debe a la bacteria Campylobacter, que causa diarreas, vómitos, fiebre, deshidratación o los habituales retortijones.
"Cuando las gotas de agua salpican y entran en contacto con las manos, ropa, utensilios de cocina, así como las superficies cercanas como el fregadero, éstas se contaminan con la bacteria Campylobacter", explica la FSA.
Catherine Brown, su presidente, asegura que los menores de cinco años y adultos son quienes más podrían verse afectados.
Los síntomas, mencionados anteriormente, pueden llegar a durar hasta 10 días y su tratamiento depende de la gravedad. En los casos leves, beber mucho líquido puede ser suficiente, mientras que los casos más severos necesitan antibióticos.
Por ello, la FSA recomienda no lavar nunca el pollo crudo, ya que la cocción se encarga de eliminar las bacterias.
Además, aconseja refrigerar el producto y hacerlo, en todo caso, en la parte inferior, para evitar los clásicos goteos, además de limpiar a conciencia los utensilios que vayamos a utilizar. Por último, la agencia asegura que lo ideal es una cocción completa del pollo y comprobar que está hecha por la parte más gruesa. En caso de un tono rosado, debemos continuar cocinando el alimento.