La forma en que nos alimentamos ya no es sostenible, nos los han dicho por años, pero seguimos llevando al planeta al límite con nuestras decisiones diarias. Por ello, la FAO — la agencia de las Naciones Unidas que guía un esfuerzo internacional para poner fin al hambre y prever las crisis alimentarias que puedan venir en el futuro debido al cambio climático — está volteando a ver alimentos que puedan ayudarnos. Uno de los candidatos que tenemos que tomar en cuenta es el nopal.
Aunque es muy común comerlo en México, —consumimos un promedio de 6.4 kilos anuales por persona, según la ONU— en realidad no es un producto común en otros lugares. Pero desde 2017, la FAO está realizando un esfuerzo por educar a comunidades afectadas por la sequía del cultivo de este cactus. Esto se debe a que el nopal es de la familia de los cactus, y por ello su cultivo requiere de poca agua, cuya escasez es precisamente una de las crisis que se avecinan.
Pero la FAO no es el único que está recomendando el cultivo de nopal, el Foro Mundial para la Naturaleza (WWF) se alió con Knorr para crear una lista de los 50 alimentos del futuro, “una serie de cultivos seleccionados debido a su valor nutrimental, accesibilidad, sabor y bajo impacto ambiental”.
Para México, seleccionaron 17 cultivos entre los cuales hay verduras como berro, espinaca, nopal, kale y flor de calabaza; tubérculos como jícama y camote; leguminosas como frijoles negros, habas y lentejas y cereales como la quinoa, el amaranto y el arroz salvaje.
La próxima vez que estes comiendo tu ensalada de nopal, recuerda que este es uno de los alimentos del futuro.