El nearshoring consiste en mudar las fábricas del país de origen a uno cercano en el que todo sea más barato: el salario de los obreros, la electricidad y los combustibles, los insumos... y hasta los impuestos.
Esa definición hace pensar que México es el destino ideal para el nearshoring, un modelo industrial que promete cambiar el rumbo de la economía porque genera empleos, inversión extranjera, infraestructura y desarrollo.
Pero la ecuación no es tan simple: las empresas buscan mayores ganancias y no es el altruismo lo que las motiva a mudarse a un país en vías de desarrollo. El nearshoring es un modelo industrial que se beneficia de múltiples factores.
¿Qué tiene México de especial para el nearshoring?Lo más atractivo de México es Estados Unidos. México comparte 3,152 kilómetros de frontera terrestre con Estados Unidos. Una vecindad que vuelve a México un candidato ideal para el nearshoring.
América del Norte es uno de los principales destinos del nearshoring. Y los tratados de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá pueden aligerar los aranceles. Alrededor de 80% de la producción industrial de México tiene como destino Estados Unidos.
El nearshoring puede aumentar las exportaciones globales de América Latina y el Caribe en 78,000 millones de dólares cada año, de acuerdo con proyecciones del Banco Interamericano de Desarrollo ( BID). 35,300 millones corresponden a México (45%).
Nearshoring y offshoring, ¿qué papel juega China?El concepto nearshoring tiene un hermano: el offshoring, que consiste en contratar a fabricantes, ya establecidos, como proveedores para que el producto final resulte más barato.
China fue la nación líder del offshoring. Se consolidó como la gran fábrica del mundo por su mano de obra barata, con "empresas subsidiarias, afiliadas y subcontratistas" al servicio de una empresa matriz en el exterior, de acuerdo con la Cepal (la oficina de las Naciones Unidas para el desarrollo económico).
Con el nearshoring las empresas tienen el control de la producción, pues relocalizan sus instalaciones y procesos para fabricar la totalidad o partes del producto final. A diferencia del offshoring en el que se delega la tarea a un proveedor.