Los vulcanólogos en Islandia permanecen en alerta a partir de la semana pasada pues tratan de desentrañar el misterioso despertar de una región volcánica alrededor de Reikiavik, en una península que lleva casi 8 siglos inactiva.
A 25 kilómetros de la ciudad más importante de Islandia, el diminuto cerro volcánico Keilir y sus alrededores son investigados a lo largo de diversos días para saber si la lava saldrá o no.
Una conjetura que ha sido considerada bastante factible al rededor de la semana pasada, tras una secuencia de microtemblores involucrados con flujos de magma, pero que ahora parece más incierta.
“Esto debería tomarse constantemente en serio”, describió Thorbjorg Ágústsdóttir, sismólogo de la ISOR.
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Según los últimos datos, el magma está a únicamente un kilómetro de el área. “Está bastante cerca”, reconoció Thorvaldur Thórdarson.
Los profesionales creen que una viable erupción podría producirse por medio de una fisura entre Keilir y la montaña Fagradalsfjall, en una región deshabitada.
Ya hace bastante más de un año se observan indicios de reactivación en el área, pero ha sido un movimiento sísmico de intensidad 5.7, el 24 de febrero lo cual indicó un viable evento fundamental.
A partir de entonces, se detectaron casi 34 mil temblores en la península de Reykjanes en la red sísmica del instituto meteorológico de Islandia, la más grande porción A partir de que se comenzó la vigilancia digital en 1991.