Aunque el blanqueamiento dental es un tratamiento muy atractivo para lucir una sonrisa resplandeciente, detrás de sus aparentes maravillas esconde varios secretos que debes tener en cuenta a la hora de pensar en invertir en este procedimiento. Por ello aquí te presentamos sus efectos secundarios.
Existen varias causas por las que se manchan u oscurecen los dientes, como la edad, pero en la mayoría de los casos se debe a una mala higiene dental (mal cepillado de dientes y falta de frecuencia), además de otros factores que van desde el consumo de tabaco, café, té, vino y alimentos altamente pigmentados hasta el tipo de agua que se bebe.
Incluso cuando el agua posee demasiados minerales, puede ocasionar manchas.
El blanqueamiento dental daña el esmalte y la dentina
El blanqueamiento dental puede dejarte insatisfecho
Puede que tus dientes no queden tan blancos como esperas porque, en realidad, el cambio es muy poco notorio y gradual. Por otra parte, se trata de un procedimiento temporal, puesto que los dientes tienen la capacidad de renovar su dentina, pero cuando esto sucede, lo hace en su color original y no con el tono blanco que imaginas.
Si quieres mantener los dientes blancos... Sabemos que una sonrisa es la primera impresión que damos a las personas y es por eso que a largo plazo, el blanqueamiento dental no es la mejor opción. No obstante, existen ciertas cosas que puedes hacer para mantener los dientes lo más blancos posible, como un buen cepillado dental –al menos tres veces al día– y acudir al dentista por una limpieza que elimine el sarro (dos veces al año).
También, muchos de nuestros artistas favoritos han optado por la aplicación de carillas dentales, lo que implica poner un ‘diente falso' sobre el tuyo. El detalle es que resulta un procedimiento muy costoso de mantener, además de que se deben ‘limar’ los dientes para hacer la aplicación.
Por eso, lo mejor para una sonrisa de envidia es ser estricta con tu higiene dental y evitar alimentos (y hábitos) que produzcan manchas.