Las decisiones tomadas durante la etapa del diseño son fundamentales para contribuir en el cuidado y la preservación del ecosistema. Esto al aplicar los tres principios de una economía circular; eliminar residuos y contaminación, mantener los productos y materiales en uso, y regenerar sistemas naturales, según especialistas del medio ambiente.
Victoria Almeida, gerente de comunicación para la Fundación Ellen MacArthur en América Latina, comentó para NotiPress: "Diseñar productos y modelos comerciales utilizando los principios del diseño circular, crean oportunidades económicas. Además de que son a partir de los recursos, también preservan la salud de los ecosistemas y algunas historias de América Latina ilustran estas oportunidades".
Por su parte, América Latina presenta una alta demanda de materias primas, lo cual contribuye a la intensa deforestación y explotación de recursos. No obstante, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente identificó la expansión de las tierras agrícolas y el aumento de las actividades mineras como los principales impulsores de la contaminación y pérdida de la biodiversidad.
Bajo este contexto, expertos en la preservación del medio ambiente plantearon la posibilidad de un aprovechamiento económico de los recursos naturales; desde una perspectiva de impacto positivo en el ecosistema. Como resultado obtuvieron múltiples proyectos como el diseño de alimentos en pro de los ecosistemas locales, la innovación en biomateriales, y el diseño con la naturaleza, sin necesidad de destruirla.
Respecto al diseño de alimentos, estos pueden beneficiar a los ecosistemas locales e impulsar la innovación culinaria y dichas decisiones impactan directamente en el estado de la biodiversidad. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación; el 75% de nuestra ingesta mundial se limita a solo 12 cultivos y cinco especies animales, a pesar de la existencia de cientos de miles de especies comestibles.
"Al aplicar los principios de la economía circular en esta área, los diseñadores de alimentos latinoamericanos aprovechan al máximo la biodiversidad local. Esto aumenta la demanda de una gama más amplia de especies nativas y fomenta prácticas agrícolas que benefician a los ecosistemas locales", puntualizó Victoria Almeida.
Cabe destacar, con la incorporación de ingredientes locales en menús, se garantiza una mayor demanda estable para los agricultores y ayuda en la aceleración de la adopción de métodos agroecológicos. Por su parte la innovación en biomateriales crean ventajas competitivas únicas al ser recursos aprovechados para otros usos más allá de los alimentarios. En un principio, su potencial fue aprovechado y conservado por los pueblos tradicionales, pero ahora las grandes empresas también han profundizado en ese conocimiento. Inclusive, actualmente muchas de ellas trabajan en conjunto con comunidades de la localidad y dan escala a dichos modelos con la creación de productos beneficiosos para las personas y la naturaleza.
Asimismo, diseñar con los recursos propios que brinda el ecosistema, se ha convertido en una de las fortalezas de América Latina, según aseguran conocedores del tema. De igual manera, le atribuyen al éxito de este plan la gran biodiversidad y cantidad de recursos naturales con los que cuenta la región.
No obstante, uno de los principales objetivos del diseño que contribuye a la sostenibilidad radica en el compartimiento colectivo de conocimientos sobre propiedades valiosas y modelos de producción obtenidos en alianza con comunidades locales. De la misma forma, la creación de negocios más distribuidos e inclusivos en pro del cuidado de la naturaleza y es ahí donde los principios de la economía circular se implementan en beneficio de las compañías, sociedad y medio ambiente.