Lo que hay que saber
La ERC o insuficiencia renal crónica es la perdida lenta y progresiva de la capacidad que tienen los riñones para cumplir con todas sus funciones vitales. Aparece lentamente y en la mayoría de los casos no da síntomas clínicos, lo que suele hacer que el deterioro progrese sin que se advierta a menos que se realicen las pruebas necesarias.
Por eso en la ERC es fundamental un temprano diagnóstico y tratamiento, para lo cual es importante que el paciente realice consultas periódicas. Solamente con un análisis de sangre para conocer los valores de creatinina y glucemia, un análisis de orina para identificar la pérdida de proteínas (proteinuria) y la toma de la presión arterial, el médico puede conocer el estado de la función renal, y detectar así la ERC y las principales condiciones responsables de su aparición: la hipertensión arterial y la diabetes.
El chequeo periódico de estas determinaciones debe ser aconsejado a toda la población en general. Las personas con diabetes, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, obesidad o sobrepeso, antecedentes de insuficiencia renal aguda y con edad avanzada (a partir de 65 años) se encuentran particularmente en riesgo de presentar deterioro de la función de los riñones. Las personas que tienen uno o más de estos factores deben ser evaluadas con mayor atención ya que son las que se encuentran con mayor posibilidad en desarrollar algún grado de enfermedad renal y de evolucionar desfavorablemente, hacia estadios en los que no quedan más opciones que el tratamiento de sustitución por diálisis o el trasplante de riñón.