Por primera vez, luego de cuatro años de investigación, la misión Magnetosférica Multiescala (MMS) de la NASA detectó lo que venía buscando: una onda de choque interplanetario.
De acuerdo con el comunicado de la agencia espacial, se trata de un pequeño fenómeno astronómico que podría ayudar a entender fenómenos universales más grandes.
Las primeras mediciones fueron realizadas mediante la utilización de cuatro naves idénticas que cuentan con instrumentos de alta resolución. Para esto requirió estar en el lugar correcto en el momento correcto.
Un choque interplanetario es un tipo de choque sin colisión que transfiere energía a través de campos electromagnéticos en lugar de rebotar directamente entre sí, según explicaron. Estos choques sin colisión se hayan en todo el universo, incluso en supernovas, agujeros negros y estrellas distantes.
La MMS centró su estudio en aquellas ondas de choques que se producen alrededor de la Tierra, para así poder entender a los que suceden en todo el universo.
Los choques interplanetarios comienzan en el Sol, que continuamente se encuentra emitiendo corrientes de partículas cargadas, conocidas como viento solar.
Cuando la corriente de viento es rápida, y supera a una corriente más lenta, crea una especie de “ola” que se propaga por todo el sistema solar. La MMS detectó esta “ola” en el momento preciso a medida que pasaba.