De acuerdo con un comunicado de prensa publicado el 5 de octubre de 2021 en EurekAlert!, el Hospital Infantil de Boston realizó un ensayo y descubrió que un videojuego podría ayudar a los menores de edad a regular el estrés y la ira. Como contexto, el videojuego se llama "Regulate and Gain Emotional Control" (RAGE-Control), y fue desarrollado por el Hospital Infantil de Boston en 2011. Cuando los desarrolladores crearon el juego virtual, su objetivo principal era entrenar a los menores a mantener la calma durante situaciones estresantes o frustrantes.
Conforme con el ensayo llevado a cabo por el hospital, RAGE-Control podría ayudar a mantener baja la frecuencia cardíaca de los menores durante un ritmo de videojuego rápido. Esto para que los niños y adolescentes aprendan a controlar su ira y el estrés, esto mientras juegan un videojuego. En 2021, el objetivo de los investigadores en torno al juego, es reducir la necesidad de administrar medicamentos psiquiátricos a los menores de edad.
Es importante destacar, los resultados de un estudio preliminar relacionado con el tema se publicaron el 1 de septiembre de 2021 en Frontiers of Psychiatry. La temática del videojuego es que los jugadores tratarán de disparar asteroides virtuales al mismo tiempo de evitar a naves amigas. Esto mientras, un oxímetro de pulso en su muñeca monitorea su pulso cardíaco de forma constante para medir sus emociones. La importancia del oxímetro recae en que si mantienen la calma y mantienen bajo su ritmo cardíaco, podrán disparar de mejor manera. De lo contrario, si su pulso cardíaco aumenta de manera muy elevada, perderán la capacidad de apuntar y lanzar.
Frente a ello, Joseph González Heydrich, psiquiatra y autor principal de estudio dijo: "Las emociones como la ira y la ansiedad aumentan la excitación y la pulso. Las técnicas que reducen la frecuencia cardíaca, como respirar profundamente y soltarlo lentamente, son calmantes". A lo cual agregó: "Planteamos la hipótesis de que si los niños aprendieran técnicas para reducir su pulso mientras juegan un juego desafiante, entonces podrían usar estas técnicas durante los conflictos en el hogar y la escuela".
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Acerca de la metodología, los investigadores inscribieron a 40 niños de entre los 10 y 17 años edad, quienes tenían problemas para controlar su ira y se encontraban en una clínica. Es relevante mencionar, que todos los menores estudiados recibieron una sesión de psicoterapia llamada "Entrenamiento para el control de la ira". Al final de cada sesión, los menores elegidos al azar jugaban RAGE-Control y por medio de ello el estudio rastreó su ira y estrés.
Como resultado final, en los menores que jugaron RAGE-Control, los expertos notaron su frecuencia cardíaca durante el juego disminuyó con el tiempo. Además, después de 10 sesiones, sus padres informaron mayores mejoras en el manejo de la ira y el estrés. Finalmente, González Heydrich aseguró: "El juego basado en la biorretroalimentación no hizo que los niños se enojaran menos, pero sí les ayudó a tener más control de la expresión de su enojo".
Por último, este estudio puede ser un avance en cuanto a que no siempre los videojuegos incitan a la violencia, pues depende del propósito del juego las reacciones causadas en los menores de edad. Además, si se desarrollaran más videojuegos encaminados a la salud mental de los niños y adolescentes al mismo tiempo de divertirse los menores estarían mejorando sus conductas sociales y psicológicas.