Descubren que un pez mexicano podría regenerar el corazón humano

Una de las especies genera una cicatriz cuando el tejido de su corazón se ve afectado

Los problemas cardiovasculares son una de las principales causas de muerte en México en muchos países alrededor del mundo. Sin embargo, parece haber una pequeña luz al final de túnel para esta enfermedad.

Y lo de pequeña no es en sentido figurado pues la esperanza proviene de un pez que habita nada más y nada menos que en aguas mexicanas. Se trata de un pez mexicano cuyo  nombre científico es Astyanax mexicanus y del que se conocen dos tipos diferentes: el de superficie y la de cueva.

Los científicos están muy interesados en estos peces debido a que el primero tiene la capacidad de regenerar su corazón mientras que el segundo genera una cicatriz cuando el tejido de su corazón ve afectado.

De esta manera un grupo de investigadores de diversas universidade británicas realizaron un estudio para comparar la capacidad de regeneración del primero (de superficie) con la capacidad cicatrizante de segundo (de cueva, mejor conocido como Pachon).

“La comparación de la respuesta de cicatrización y regeneración natural dentro de la misma especie evitaría confundir factores fisiológicos y permitiría identificar los mecanismos clave que impulsan la regeneración”, señala el estudio.

Lo anterior significa que poder estudiar en una misma especie el proceso de regeneración (que sería ideal para el corazón humano) con el proceso de cicatrización (el que utiliza nuestro corazón tras un infarto pero de manera poco exitosa) podría ser la clave para lograr que nuestro músculo cardiaco logre pasar de la cicatrización a la regeneración.

En este sentido “el valor de Astyanax mexicanus como modelo de investigación radica en la capacidad de comparar estos diferentes rasgos dentro de la misma especie”, explica la investigación.

Como resultado del análisis de ambos peces de la misma especie los científicos encontraron que el gen lrrc10 es responsable de las mutaciones el corazón de los peces y podría ser la clave de la regeneración pues también se encuentra en los humanos.

Pero esta habilidad no es la única que interesa a los científicos, en el pasado se han realizado otros estudios en este pez tan peculiar.

Uno de ellos aprovechó su glotonería para estudiar el proceso de saciedad y el otro estudiaba algunos factores de la diabetes ya que este animal puede tener índices elevados de azúcar sin que esto afecte su metabolismo.

Sin duda un tesoro para la ciencia que se haya en aguas mexicanas. 

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