Así lo dio a conocer este martes el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) este martes y señaló que “se trata del primer hallazgo en el sitio, de una cabeza estucada de esta importante deidad del panteón maya”.
La representación de la divinidad maya, con más de mil 300 años de antigüedad, se encontró específicamente en un pasillo del edificio. La escultura es el eje de una ofrenda que se dispuso sobre un estanque, emulando el ingreso de la deidad al inframundo, en un entorno acuático.
El Instituto informó que en julio del año pasado, el equipo interdisciplinario que integra la iniciativa, observó una cuidadosa alineación de piedras mientras retiraban el relleno de un pasillo que conecta las habitaciones de la Casa B de El Palacio con las de la adyacente Casa F.
“Dentro de un receptáculo semicuadrado –formado por tres paredes– y bajo una capa de tierra suelta emergieron la nariz y la boca semiabierta de la divinidad”, señaló el INAH.
Detalló que conforme avanzó la exploración, se constató que la escultura es el eje de una rica ofrenda que se dispuso sobre un estanque de piso y paredes estucadas –de casi un metro de ancho por tres metros de largo, aproximadamente–, para emular el ingreso de este dios al inframundo, en un entorno acuático.
El investigador del INAH, Arnoldo González Cruz, aseguró que este descubrimiento “nos permite empezar a conocer cómo los antiguos mayas de Palenque revivían de manera constante el pasaje mítico sobre el nacimiento, la muerte y la resurrección de la deidad del maíz”.