Investigadores del Observatorio Europeo Austral (ESO por sus siglas en inglés) dieron a conocer que encontraron por primera vez evidencia única del comportamiento de una estrella caníbal "devorando" sus planetas. Esto fue posible de identificar gracias a una cicatriz impresa en la superficie de una estrella enana blanca. ESO/L. Calzada
La cicatriz que observó el equipo es una concentración de metales impresa en la superficie de la estrella enana blanca WD 0816-310, que es el remanente, del tamaño de la Tierra, de una estrella similar al Sol, pero algo más masiva.
Las observaciones también proporcionaron pistas sobre cómo la estrella obtuvo su cicatriz metálica.
Según el ESO, el equipo notó que la fuerza de la detección de metales cambiaba a medida que la estrella giraba, lo que sugiere que los metales se concentran en un área específica de la superficie de la estrella enana blanca, en lugar de extenderse suavemente sobre ella.
- También descubrieron que estos cambios estaban sincronizados con cambios en el campo magnético de la enana blanca, lo que indica que esta cicatriz metálica se encuentra en uno de sus polos magnéticos. En conjunto, estas pistas indican que el campo magnético canalizó metales hacia la estrella, creando la cicatriz, informó el Observatorio.