Durante años hemos escuchado sobre alimentos que presuntamente despiertan la libido. Los llamados “afrodisiacos”, como el chocolate y los ostiones, tendrían la capacidad de incrementar el deseo sexual de quienes lo consumen, ¿pero tienen estas afirmaciones algún viso de verdad o no son más que un mito?
Desde hace miles de años, las personas han atribuido a diversos alimentos la capacidad de incrementar la libido. La palabra “afrodisiaco” justamente proviene del nombre de Afrodita, diosa griega del amor.
Hoy en día, hay algunos alimentos y bebidas que aún gozan de cierta fama. Los chocolates, los ostiones, el vino y los higos estarían, sin duda, entre los afrodisiacos más populares.
Sin embargo, su presunta efectividad es desmentida o matizada por casi todos los especialistas en nutrición. Con los siglos ha ido variando qué alimentos se consideran o no afrodisiacos, pero por muchos años hubo una constante: la escasez.
“Los alimentos considerados afrodisiacos eran difíciles de encontrar, poco comunes o costosos como las trufas, el foie gras, el caviar o alimentos con la forma de un órgano sexual como el espárrago o las alcachofas. Incluso testículos de animales”, explicó la especialista Martha Hopkins a la BBC.
Esto explicaría por qué en algunos países se ha llegado a considerar que los huesos molidos de ciertos animales exóticos pueden incrementar el deseo sexual.
Por su parte, la nutrióloga María Giménez coincide en que, en ocasiones, se atribuyen ciertas cualidades a alimentos que se asemejan a los órganos sexuales. Sin embargo, ella también subraya la importancia de otro factor: la sugestión.
“Las últimas teorías apuntan a que más bien se trataría de un efecto placebo al producir sugestión en las personas que creen en los poderes afrodisíacos de estos alimentos y también al hecho de que algunos de estos alimentos podrían aumentar el deseo sexual por su semejanza con los atributos sexuales”, explicó al diario ABC.
Algunos investigadores afirman que si bien hay alimentos que contienen sustancias que podrían ayudar a la libido, la cantidad es demasiado pequeña como para producir un efecto considerable.
El chocolate, por ejemplo, contiene triptófano, un precursor de la serotonina, esa sustancia que nuestro cerebro secreta cuando sentimos placer o regocijo. Por su parte, los mariscos suelen ser ricos en zinc, que ayuda a producir la testosterona, la hormona encargada de buena parte del deseo sexual.
Te puede interesar: Vacunas Pfizer y AstraZeneca son altamente efectivas contra variante india