Es el resultado de una encuesta realizada a 426 propietarios de perros italianos y publicada en la revista 'Scientific Reports'.
Aunque se han observado comportamientos de duelo en diversos animales, como pájaros y elefantes, no está claro si los perros domésticos se afligen.
La investigadora Federica Pirrone y sus colegas de la Universidad de Milán encuestaron a adultos cuyo perro de compañía había muerto y que tenían al menos otro perro. A los propietarios, de los cuales el 66% había perdido a su perro más de un año antes del estudio, se les preguntó sobre cualquier cambio en el comportamiento del perro superviviente tras la muerte. Además, los propietarios describieron la relación previa entre sus perros y sus propios niveles de angustia tras el duelo.
El 86% de los propietarios observaron cambios negativos en el comportamiento del perro superviviente tras la muerte de su otro perro. El 32% informó de que estos duraron entre dos y seis meses y el 25% informó de que duraron más de seis meses.
Los investigadores descubrieron que, aunque la duración de la convivencia entre dos perros no influía en el comportamiento de los perros supervivientes, el hecho de haber tenido una relación amistosa con el perro fallecido y de tener un propietario afligido hacía más probable que se produjeran cambios de comportamiento negativos y miedo en los perros supervivientes.
Los autores concluyen que las respuestas de tipo aflictivo entre los perros son potencialmente un importante problema de bienestar de las mascotas que se ha pasado por alto.