¿Qué es la cultura cancelación?
La cultura de la cancelación se propone hacer revisiones de diferentes productos culturales, para realizar advertencias, modificaciones e incluso prohibiciones sobre una parte o la totalidad de la obra.
Este tipo de cancelación es más que polémica, y abre el debate sobre los límites del arte y los peligros de la censura. Ahora, este fenómeno alcanzó a la historia de Harry Potter, la obra 1984 de George Orwell y la novela gráfica sobre el Holocausto Maus.
La cultura de la cancelación incluye diferentes formas de repudio, sobre todo, en redes sociales. Escraches, prohibiciones y denuncias son solo algunas de las maneras en que se expresa este fenómeno, que también se replica en Universidades y otros ámbitos de decisión y poder.
Advierten por las novelas de ‘Harry Potter’
La saga de Harry Potter comenzó a estar en el ojo de la tormenta desde que J. K. Rowling, su autora, fue “cancelada” por ser considerada transfóbica. Pero ahora, la cancelación llegó al ámbito académico.
El Departamento de Inglés de la Universidad de Chester, Inglaterra, “advirtió” sobre las dificultades de estudiar Harry Potter y la piedra filosofal porque “puede conducir a conversaciones difíciles sobre género, raza, sexualidad, clase e identidad”.
La cultura de la cancelación también alcanza a ‘1984’
Pero no solo Harry Potter fue puesta bajo el análisis de la llamada cultura de la cancelación. Otro clásico fue analizado bajo esta perspectiva por la Universidad de Northampton. Se trata de 1984 de George Orwell. La Universidad sostuvo que esta novela tiene “ material explícito” que puede considerarse “ ofensivo y molesto”.
La cancelación se debe, en teoría, a pasajes de “ violencia, género, sexualidad, clase, raza, abusos, ideas políticas y lenguaje ofensivo”. Paradójicamente, 1984, es una crítica a la censura y a la cancelación.
Además de Harry Potter y 1984, obras como Final de partida de Samuel Beckett, Maus, de Art Spiegelman y la novela gráfica V de vendetta de Alan Moore, también han sido puestos bajo el escrutinio de la cultura de la cancelación. El debate está abierto, y los límites de este fenómeno no están claros.