De acuerdo por un estudio realizado por DW, foro de análisis internacional con sede en Alemania, la pesca sostenible podría ser una realidad global con adecuado apoyo económico y monitoreo. Al respecto destacaron la participación de Indonesia, que actualmente pesca 7 millones de toneladas al año, con una población de 270 millones que dependen del consumo de pescado en su vida diaria. No obstante existen obstáculos importantes para lograrlo, principalmente la falta de monitoreo administrativo y obtención de recursos pesqueros en las comunidades de menor escala.
La pesca sostenible se encuentra en los objetivos de bienestar considerados por el Fondo de Defensa Ambiental de México (EDF, por sus siglas en inglés). Junto con los beneficios ambientales por minimizar el impacto de contaminantes y basura busca lograr una mayor inclusión, así como repercusiones positivas en las poblaciones costeras y pesqueras. Datos de esta organización indicaron que cinco de cada 10 mujeres trabajan de manera directa en la cadena de producción y suministros de la actividad pesquera en el mundo. Asimismo el alimento acuático es una parte indispensable de los sistemas alimentarios que permiten a los hogares contar con comida en la mesa.
Bajo esta línea el EDF destacó la participación de la acuicultura para lograr objetivos sostenibles de pesca y responder a problemáticas que incluyen el desperdicio de comida. En el caso de México el Banco Mundial indicó, se desperdician 20.4 millones de toneladas de comida, equivalente a 158 kilos por persona. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la acuicultura puede impulsar la disponibilidad de alimentos gracias a su apoyo técnico y producción. Esta práctica se define como el cultivo de organismos endémicos de aguas saladas y dulces para su consumo humano, y abarca desde lagunas hasta las piscifactorías. Ofrece la creación de empleos en las zonas costeras y comunidades rurales, con 20.5 millones empleados observados durante diciembre de 2021 según la OIT.
DW informó que autoridades de Indonesia anunciaron el proyecto de pesca sostenible durante las primeras semanas de 2019, sin embargo especialistas y organizaciones se mantienen escépticas sobre los objetivos y resultados. Entre las observaciones destacaron que 90% de la actividad pesquera se localiza en regiones repletas de barcos y redes, lo cual dificulta su eficiencia.
Por su parte los subsidios podrían generar una pesca excesiva debido a la falta de monitoreo adecuado y la concentración de especies en peligro de extinción en la región, aproximadamente 37% del total global. Aunado a estos factores, autoridades reportaron un aumento de pesca ilegal, que se volvió un problema nacional desde 2014. Mientras estas dificultades no puedan resolverse, los objetivos de pesca sostenible no serán alcanzables en 2025, advirtieron.