La cantidad de antioxidantes que poseen las semillas de calabaza reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como la presión arterial y disminuyen las probabilidades de padecer hipertensión, siendo una de las enfermedades más frecuentes de los últimos años.
Sin duda, uno de los mayores beneficios de comer semillas de calabaza es que ayudan a reducir los niveles de colesterol malo, disminuye la acidez en la sangre y protege los tejidos de los órganos vitales debido a su alto concentrado en vitamina E, proteína y zinc que mantienen la piel suave, flexible y en constante renovación.
Los beneficios de la semilla de calabaza según estudios
Un estudio publicado por US National Institutes of Health determinó que el alto contenido de zinc de las semillas de calabaza mejoraba la firmeza del pene y mantenía un mayor control eyaculatorio, siendo uno de los alimentos más recomendados para los hombres dentro de una dieta balanceada. Además, el estudio reveló que las semillas de calabaza ayudan a prevenir el cáncer de próstata.
A través del portal de Elsevier, se publicó una investigación farmacológica sobre el efecto antiinflamatorio del aceite de semillas de calabaza sobre la artritis, a través de ratos que se les indujo artritis, encontrando que las ratas no tratadas con aceite de semilla de calabaza presentaban algunas afecciones con tratamientos diferentes.