Recordemos que la quesadilla se hacen a partir de una tortilla doblada a la mitad que puede ser de maíz o harina y estar rellena de queso o una gran variedad de guisados como carne, tinga, hongos o flor de calabaza.
Como sea que las quieras comer, te vamos a decir por qué son una buena alternativa de nutrición.
Quesadillas con tortillas de maíz, la opción más nutritiva Empecemos por el ingrediente principal de las quesadillas: las tortillas.
Como ya mencionamos, se pueden hacer de harina o maíz, pero te recomendamos esta última opción pues, como menciona un artículo de Fundación UNAM, el calcio que contienen aporta incluso hasta el 50% de la ingesta diaria de calcio recomendada.
Lo anterior no es solo bueno para tus huesos sino para tus dientes ya que la absorción de calcio ayuda a prevenir las caries, lo que es relevante considerando que un 90% de los mexicanos tiene algún problema bucal.
Además, las tortillas de maíz contienen magnesio, fósforo, potasio, niacina y las vitaminas A, C, D, E, B1 y B2. Algo importante es que la combinación de las vitaminas C, D y el calcio ayuda a fijar el calcio en los huesos.
¿Qué beneficios aportan las quesadillas?
Lo primero que hay que dejar muy en claro es que para que una quesadilla sea saludable no debe estar frita pues de lo contrario aporta grandes cantidades de grasa.
Y no solo se trata de un tema de calorías. Como en la mayoría de los puestos de la calle no cambian el aceite, hay un mayor riesgo de presentar problemas cardiovasculares. Incluso, la Organización Panamericana de la Salud atribuye a las grasas transformadas por el efecto de exponerlas una y otra vez al calor, a un mayor riesgo de afecciones del corazón.
Dicho lo anterior, las quesadillas dobladas tienen importantes propiedades nutrimentales, mismas que varían según el ingrediente del que estén rellenas.