La mente detrás de esta muñeca es la empresa Takara Tomy, que ha integrado un chip de reconocimiento facial o de colores y una inteligencia artificial que le permite a Ami-chan desarrollar una personalidad.
Además, puede expresar varias reacciones y entablar conversaciones en función de la frecuencia de atención y el contacto con ella. El cerebro de esta muñeca se encuentra en el broche de su peso, el cual contiene instalado el chip y la IA.
Gracias a que la robot tiene la apariencia y la voz de una nieta pequeña, sin caer en lo robótico, es más amigable con los adultos de la tercera edad. Además de que cuenta con funciones de calendario para mantener conversaciones relacionadas con las distintas estaciones y épocas del año o los cumpleaños.
La pandemia de covid-19 ha tenido un gran impacto en esta comunidad, que ha visto reducidas sus oportunidades de comunicarse con familiares o amigos debido a las medidas de distanciamientos social.
Ami-chan se lanzará en principio en Japón el 27 de agosto y la empresa espera vender unas 50 mil unidades al año.
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