Ingenieros de la Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) desarrollaron una mascarilla que puede diagnosticar a las personas si han contraído Covid-19 en menos de 90 minutos. Los cubrebocas inteligentes están integrados con pequeños sensores desechables, pueden intercambiar y adaptarse para detectar otros virus.
Cada sensor, está basado en una maquinaria celular de liofilizado que el equipo de científicos desarrolló previamente para su uso en el diagnóstico en la detección temprana del ébola o el zika. Gracias a su fácil instalación en la ropa de laboratorio, el dispositivo ofrece una nueva forma de monitorear en tiempo real la exposición de los trabajadores de la salud a diversos patógenos y virus.
James Collins, profesor de ingeniería médica y ciencia de Termeer en el Instituto de Ingeniería Médica y Ciencia y el Departamento de ingeniería biológica del MIT explicó. "Hemos demostrado que podemos liofilizar una amplia gama de sensores de biología sintética para detectar ácidos nucleicos virales o bacterianos y así crear biosensores portátiles de próxima generación".
Los nuevos sensores portátiles y la máscara facial de diagnóstico están basado en la tecnología que el propio Collins comenzó a desarrollar desde 2014. En los primeros estudios, demostró que las proteínas y los ácidos nucleicos necesarios para crear redes genéticas sintéticas reaccionaban a moléculas específicas las cuales se podían incrustar en un papel. Ese enfoque lo tomó como base con el principal objetivo de poder crear diagnósticos en papel para los virus del Ébola y el Zika.
Estos componentes de circuito libre de células se liofilizan y permanecen estables durante varios meses, hasta que se rehidratan de nueva cuenta. Cuando son activados por agua, pueden detectar cualquier secuencia de ARN o ADN, así como otros tipos de moléculas y producir una señal con un cambio de color.
Con el experimento previo, utilizaron 3 0 sensores en una bata de laboratorio salpicando la prenda de líquido que contenía partículas virales, imitando la exposición a un paciente infectado. Los sensores produjeron diferentes tipos de señales, incluido el intercambio de color que se puede leer con un espectrómetro de mano. Para fabricar los sensores portátiles, el equipo de trabajo de ambas instituciones incrustó los componentes en una pequeña sección de tejido sintético rodeados por un anillo de elastómero de silicona.
A medida que el equipo de la Universidad de Harvard y el MIT siguen estudiando el desarrolló para fabricar sensores con detección de más patógenos. Ahora, los investigadores están solicitando una patente sobre la tecnología para trabajar con empresas privadas y fabricar en masa la mascarilla para detectar la Covid-19.