Varios estudios apuntan a que este componente puede ser más peligroso de lo que creemos porque puede llegar a tener graves consecuencias físicas y hasta emocionales en los seres humanos.
Según un estudio realizado en ratones, el exceso de sal consumido durante un periodo de 8 a 12 semanas provocó graves efectos en su memoria y la forma en la que estructuran su pensamiento. Algunos de los ratones perdieron la capacidad de reconocer objetos con los que ya estaban familiarizados y hasta tuvieron problemas para encontrar su camino dentro de los pequeños laberintos que se utilizan en los laboratorios.
Según los doctores esto significa que los seres humanos podrían experimentar síntomas como pérdida de memoria, desorientación, deterioro cognitivo y disminución de concentración. Esto también podría influir en nuestro desarrollo emocional y cerebral así como afectar nuestra salud mental por cuestiones como depresión o ansiedad, provocadas por los mismos síntomas.
Estos problemas podrían ser muy similares a los que se experimentan en otras enfermedades como Alzheimer y demencia.
¿Cuál es la solución?
Limitar la cantidad de sal que ponemos en nuestros alimentos es el primer paso para evitar un posible daño en nuestro cerebro, pero lo más importante es vigilar todos los productos que consumimos.
Todos los alimentos procesados tienen una gran cantidad de sal. Aunque no lo creas, hasta los productos 'dulces' tienen sodio agregado ya que muchas veces ayuda a resaltar ciertos sabores.
Una dieta balanceada es la clave para un desarrollo físico y mental apropiado. Procura ingerir alimentos 100% naturales, no llevar una forma de vida sedentaria y busca opciones más nutritivas para comer diariamente.