¿Sientes muchos antojos a lo largo del día? ¿A veces unas papas, un chocolate? No es que te estés volviendo loca, a veces nuestro cuerpo nos avisa de esta manera qué necesita o qué le está pasando; por ejemplo, si constantemente se te antoja algo dulce, posiblemente tienes bajos niveles de cromo y de un neurotransmisor llamado serotonina que nos hace estar felices, antes de dejarte llevar por el antojo y acabarte toda la dulcería, recuerda revisar tus niveles, preguntarle a tu médico y moderar el consumo de azúcar que como bien ya sabes, es adictivo.
Si tu cuerpo pide específicamente chocolate, puede que te falte magnesio que es un mineral que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, controla la ansiedad, relaja los músculos y fortalece los huesos. El cacao es rico en este mineral además de aportar muchos , antioxidantes y endorfinas ayudándote a regular tu estado de ánimo de manera natural. Busca consumir chocolate amargo o con 70% cacao para aprovechar al máximo sus beneficios.
Los antojos salados significan que seguramente te hace falta sodio. La sal necesaria para que tu cuerpo funcione adecuadamente, la obtenemos de los alimentos que tomamos y un exceso en su consumo puede provocar hipertensión arterial. El cuerpo pide sal cuando se encuentra deshidratado o con resaca pues en estos casos, necesita recuperar agua y sodio para equilibrarse nuevamente.
Si se te antoja la carne, posiblemente te hacen falta Hierro y Zinc. El hierro evita la anemia y es esencial para la producción de hemoglobina, que transporta el oxigeno por todo tu cuerpo y el zinc fortalece tus defensas, hace que tu pelo, piel y uñas se vean muy bien. Soluciona esto consumiendo vegetales de hojas verde obscuro, carnes roja y leguminosas.
Vigila tus antojos; recuerda que hasta cuando te hace falta agua, tu mente lo traduce en hambre. Antes de que comas cualquier cosa, toma un vaso de agua grande y espera 5 minutos, si el antojo desaparece, estás del otro lado.
Dra. Julia Salinas Dücker
Médico especialista en Nutrición