¿Pérdida de memoria o falta de concentración? Podría ser lo segundo. Según un estudio de la Universidad de California, cada vez que nos distraemos, miramos las redes sociales o consultamos el email, nuestro cerebro necesita 23 minutos y 15 segundos en volver a concentrarse. ¿Y luego decimos que nuestra memoria falla? Quizá la razón de nuestros despistes sea esta falta de concentración, cuánto más entrenemos la atención más fuerte estará y más conscientes seremos de aquello que estamos experimentando. Sólo podemos relacionarnos con aquello de lo que somos conscientes, y para ello requerimos atención", se proponen los siguientes ejercicios para mejorar nuestra concentración:
- Meditar con atención a la respiración. Es una de las actividades que más nos ayudan a cultivar estados de atención y concentración. Una práctica formal diaria de unos 10-15 minutos, que luego se pueda ir ampliando, irá fortaleciendo nuestra atención, haciendo que nuestra mente cada vez esté más calmada y en equilibrio.
- Llevar la atención a las actividades cotidianas. Comer, ducharnos, hablar, caminar, poner el lavavajillas… Incluso a aquellas que nos parecen más rutinarias, hará que nuestra atención vaya ejercitándose.
- Evita la sobrecarga mental. El llenar nuestra cabeza de “tengo-que” puede llegar a desbordarnos y distraernos de nuestra actividad presente. Para evitarlo, escribe tu lista de tareas, planifícalas y ordénalas en mini-acciones con las que será más fácil conseguir pequeños logros. ¿Un ejemplo? En lugar de arreglar el coche: llamar al taller, llevarlo, aprobar el presupuesto y recogerlo