Las compras por impulso son todas aquellas adquisiciones que realizamos de productos o servicios sin programación previa, gracias a las estrategias de marketing más o menos útiles. Por lo general, son artículos que satisfacen un deseo puntual más que una necesidad.
Un mundo ideal
Realmente la publicidad no muestra la vida tal cual es, sino como nos gustaría que fuera. Los famosos influencers juegan un papel muy importante aquí. Ellos están encargados de generar valor a la marca. Cuando idolatras a alguien, copias todo lo que comen, dicen, hacen. Por lo que, deberás de aprender a separar las “compras” de estos personajes de las tuyas, ya que, muchas veces lo que dicen que tienen no lo tienen y solo forma parte de una campaña.
Las “gangas”
Las reducciones de precio, cupones de descuentos, 2x1, promesas de reembolso, más productos por el mismo precio, pruebas gratis, degustaciones, concursos, regalos y muchas otras, son estrategias que te confunden creyendo que vas a obtener una “ganga”. Seguro tienes a ese amigo que presume los descuentazos que consiguió y todos corren a comprarlo para obtener el mismo. Pero, ¿realmente necesitas eso? o únicamente lo haces para ser parte de esa súper oportunidad de compra.
Entornos que te invitan a quedarte
Toda labor de seducción encuentra un escenario que pone a prueba tus sentidos. Los sonidos, olores, aspectos visuales, tactos, experiencias positivas, recorridos obligatorios, ubicación y acomodo de productos, diseños y ofertas abrumadoras, contribuyen a animar el local, creando un ambiente protagonizando a los artículos. Con esto generarán el ansia por obtener todo el interior de la tienda.