La mayor parte de los cometas que se acercan a la Tierra son demasiado débiles para ser vistos con el ojo desnudo y pasan desapercibidos. Solo de vez en cuando hay alguno que se hace visible proporcionándonos un bello espectáculo.
Estos días hay un cometa, llamado Nishimura (C/2023 P1) que ha despertado mucha expectación. Su nombre proviene de su descubridor, el astrónomo amateur japonés Hideo Nishimura que, el 12 de agosto, utilizó una cámara réflex equipada con un teleobjetivo para rastrear el cielo desde Kakegawa.
- Este cometa describe una órbita elíptica alrededor del Sol, su período es de unos 435 años. Su mayor aproximación a la Tierra (a unos 126 millones de kilómetros) tendrá lugar del 12 de septiembre, mientras que el perihelio (punto de máximo acercamiento al Sol, a unos 34 millones de kilómetros) se producirá cinco días más tarde.
La órbita del cometa está inclinada con respecto a la órbita de la Tierra, de tal manera que, durante su visita, el cometa siempre se presenta cerca de la línea de mirada al Sol.
Por ello, solo es visible al amanecer, muy cerca del horizonte, justo antes del orto solar. Desde nuestras latitudes, en estos días de primeros de septiembre, puede observarse a unos 15 grados de elevación por el horizonte este, como decimos, justo antes de que se levante el Sol.
Cada día que pasa, el cometa está más y más próximo al Sol, de forma que a mediados de septiembre quedará engullido en el resplandor solar y no será observable.