Siempre que se piensa en un casino, ya sea tradicional o en línea, la ruleta y el póker son los primeros en aparecer en la mente. Pueden cambiar los hábitos para ver series, las maneras de conseguir cita o cómo conseguimos empleo, pero esos juegos siguen siendo los pilares en lo que a juegos de azar se refiere.
Si se consulta en encuestas virtuales, veremos que los entusiastas de ambas propuestas se encuentran prácticamente por partes iguales. Ambos coinciden en que es una fuente de diversión, adrenalina y estrategia muy difícil de rechazar. Además, se pone en juego la habilidad. ¿Cómo?
Por un lado, en el caso de la ruleta, se señala que el jugador debe confiar en sí mismo para poder ejercer dominio sobre el juego, mientras que en la partida de naipes es fundamental entrenar para establecer la habilidad necesaria para derrotar a los demás rivales. A continuación, analizaremos cuál es más conveniente a la hora de apostar.
Análisis de dos clásicos de casinos
1) Similitudes
A simple vista, se podría decir que la ruleta de casino en línea o tradicional, y el póker, no tienen mucho que ver entre sí, pero eso no es del todo cierto. En primera instancia, en ambos son necesarios desarrollar diversas estrategias y conocimientos. Ambos jugadores cuentan con su propia caja de herramientas que permite maximizar ganancias o buenas rachas.
En ese sentido, tanto en el póker como en la ruleta es necesario emplear recursos matemáticos, sobre todo aquellos vinculados a pensar estadísticas y posibilidades. Sin ir más lejos, el póker forma parte de una lista de juegos mentales, similar a lo que sucede con el ajedrez.
Por otro lado, existen variantes para los dos juegos, muchas de ellas vinculadas al país en donde se encuentre el jugador. En el caso de la ruleta, figuran la modalidad francesa, americana o europea. Mientras que, en relación al póker, es posible hallar desde el Texas Hold’Em en Estados Unidos al Teen Patti en India. Por supuesto, con los casinos en línea disponibles para los últimos teléfonos móviles del mercado, ahora se puede jugar a todos sin ningún problema.
Otro punto importante que empareja al póker y a la ruleta es su entorno de presión máxima, en donde los apostadores deben saber tratar con la paciencia para luego realizar el movimiento adecuado. Conservar la calma en momentos inciertos o de rápida resolución es lo que diferencia a un gran jugador de un aficionado.
1) Diferencias
Por supuesto, existen varias diferencias entre ambos juegos, como es el caso de los elementos necesarios: el póker es uno de los juegos de naipes más tradicionales que existen, mientras que en la ruleta hablamos de una rueda con números, colores y una pequeña bola. En ese sentido, el azar es más definitorio en la ruleta.
Otro punto que diferencia a ambas propuestas es que el póker no tiene lo que se llama “beneficios de la casa”. La ruleta es uno de los juegos que brindan ganancias a los casinos, ya que en cada giro obtienen un porcentaje de lo jugado: las ruletas que poseen más ceros son las que más rendimientos aportan a los casinos.
En tanto, el póker es juego entre oponentes, por lo que los rendimientos para la empresa son menos claros y más circunstanciales. Por lo general, se termina empleando el rake, que es un porcentaje pequeño de los montos que se juegan.
La psicología será otro factor que marque una grieta entre ambos juegos tradicionales. Como hemos señalado anteriormente, el póker es un juego de mente, prácticamente psicológico. No es casualidad que la expresión rostro de póker sea tan conocida, ya que demuestra que el jugador ha sabido controlar sus emociones durante la partida. En la ruleta, eso no es tan necesario.
Por último, el póker tiene la particularidad de siempre tener chances de triunfar, aún si las cartas que nos han tocado son malas o bajas. Mediante un armado de engaños y apuestas estratégicas, se puede desorientar al resto de los jugadores. En tanto, la ruleta es un juego mucho más básico y binario: acertamos el número en donde va a caer o no triunfamos.
¿Cuál es más conveniente a la hora de apostar?
recursos matemáticos y físicos para predecir dónde va a caer el número. Estos dispositivos son conocidos como ordenadores de ruleta.
Ahora bien, la ruleta cuenta con un gran impedimento: las ganancias se encuentran limitadas siempre por el casino, ya sea con montos máximos o los famosos sistemas de vigilancia que controlan el accionar de los jugadores. En cambio, mediante el póker, todo el dinero que ganas es perdido por el resto de la mesa, por lo que marcará el triunfo es el tamaño de las apuestas efectuadas.
En definitiva, y tal y como podrás observar, la clave para saber cuál es más conveniente tendrá que ver con tus gustos y habilidades, ya que ambos juegos poseen sus ventajas y desventajas.