Pero en un nuevo estudio, científicos identificaron una subpoblación aislada de osos polares en el sureste de Groenlandia que, en cambio, utilizan el hielo de agua dulce que se vierte en el océano desde los glaciares de la región como plataforma, lo que sugiere que este hábitat en particular es menos susceptible que otros al cambio climático.
Sus hallazgos, descritos en la revista Science el jueves, sugieren la posibilidad de que al menos algunas poblaciones de la especie puedan sobrevivir más allá de este siglo, cuando se espera que el hielo marino del Ártico desaparezca por completo durante los meses de verano.
“Una de las grandes preguntas es en qué lugar del Ártico podrán sobrevivir los osos polares“, dijo a la AFP una de las autoras de la investigación Kristin Laidre, científica polar de la Universidad de Washington y el Instituto de Recursos Naturales de Groenlandia.
“Creo que los osos que viven en un lugar como este pueden enseñarnos mucho sobre dónde podrían estar los otros lugares”, agregó.
Si bien el estudio es esperanzador, los osos no se salvarán sin una acción climática urgente.
Sin embargo, esta población podría tener una mejor oportunidad de supervivencia, y hay áreas similares en Groenlandia, así como en la isla de Svalbard, que podrían convertirse en refugios climáticos a pequeña escala.