Hallan el objeto más brillante del Universo. Un cuásar que rompe record

tilizando el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral (ESO), los astrónomos han caracterizado un cuásar brillante y han descubierto que no sólo es el más brillante de su tipo, sino también el objeto más luminoso jamás observado.

Hallan el objeto más brillante del Universo. Un cuásar que rompe record

Utilizando el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral (ESO), los astrónomos han caracterizado un cuásar brillante y han descubierto que no sólo es el más brillante de su tipo, sino también el objeto más luminoso jamás observado.

Los cuásares son los núcleos brillantes de galaxias distantes y están alimentados por agujeros negros supermasivos. El agujero negro de este quásar que bate récords está creciendo en masa a una tasa equivalente de un Sol por día, lo que lo convierte en el agujero negro que crece más rápido hasta la fecha.

  • Los agujeros negros son el "combustible" de los quásares, ya que recogen materia de su entorno en un proceso tan enérgico que emite grandes cantidades de luz. Tanto es así que estos objetos son algunos de los objetos más brillantes de nuestro cielo.
  • Esto último significa que incluso los más distantes son visibles desde la Tierra. Como regla general, los quásares más luminosos indican los agujeros negros supermasivos de más rápido crecimiento.


Un gigante cósmico

Se ha descubierto el agujero negro de más rápido crecimiento conocido hasta la fecha. Tiene una masa de 17 mil millones de veces la masa del sol y "come" más de una masa solar por día. Lo que lo convierte en el objeto más luminoso del Universo conocido.

  • La materia atraída hacia este agujero negro, que primero está en forma de disco y luego es expulsada, emite tanta energía que J0529-4351 es más de 500 billones de veces más luminoso que el Sol.

  • Afirman Christian Wolf, astrónomo de la Universidad Nacional de Australia (ANU) y autor principal del estudio publicado en la revista Nature Astronomy y Samuel Lai, estudiante de doctorado y coautor del estudio.

Siete años luz son aproximadamente 15,000 veces la distancia del Sol a la órbita de Neptuno. El cuásar, llamado J0529-4351, está tan lejos de la Tierra que su luz tardó más de 12 mil millones de años en llegar hasta nosotros.

El escondite perfecto

Sabiendo que existen millones de estos objetos, los cuales ya se han estudiado en programas como el SLOAN-DSS, es una sorpresa no haber encontrado desde antes a este objeto, se podría decir que estaba escondido a simple vista.

Encontrar cuásares requiere datos de observación precisos de grandes áreas del cielo. Los conjuntos de datos resultantes son tan grandes que los investigadores suelen utilizar modelos de aprendizaje automático para analizarlos y diferenciar los quásares de otros objetos celestes.

Sin embargo, estos modelos se entrenan con datos existentes, lo que limita los candidatos potenciales a objetos similares a los ya conocidos. Si un nuevo cuásar es más luminoso que cualquier otro observado anteriormente, el programa podría rechazarlo y clasificarlo como una estrella no muy distante de la Tierra.

Analizando los datos

Un análisis automatizado de datos del satélite Gaia de la Agencia Espacial Europea pasó por encima de J0529-4351 por ser demasiado brillante para ser un cuásar, lo que sugiere que se trata de una estrella.

Los investigadores lo identificaron como un quásar distante el año pasado utilizando observaciones del telescopio ANU de 2.3 metros en el Observatorio Siding Spring en Australia.

Sin embargo, descubrir que era el quásar más luminoso jamás observado requirió un telescopio más grande y mediciones con un instrumento más preciso. El espectrógrafo X-shooter instalado en el VLT de ESO en el desierto chileno de Atacama proporcionó datos cruciales.

Este agujero negro de más rápido crecimiento, jamás observado, también será un objetivo perfecto para la actualización GRAVITY+ del interferómetro VLT (VLTI) de ESO, que está diseñado para medir con precisión la masa de los agujeros negros, incluidos los que están lejos de la Tierra.

  • Además, el Telescopio Extremadamente Grande (ELT) de ESO, un telescopio de 39 metros que se está construyendo en el desierto chileno de Atacama, hará que la identificación y caracterización de objetos tan esquivos sea aún más factible.