Tres recomendaciones para mejorar la carga del celular

Si bien apagar el teléfono o activar el modo avión al cargarlo puede tener ventajas, no es necesario hacerlo en todas las situaciones

Sigue estas recomendaciones

  • Modo avión

Apagar el celular o ponerlo en modo avión al cargarlo es una práctica que puede ayudar a cargar el dispositivo de manera más eficiente y segura ya que no está consumiendo energía para ejecutar aplicaciones en segundo plano o para mantener conexiones de red activas.

La carga de la batería puede generar calor, y si el teléfono está apagado o en modo avión, es menos probable que se caliente en exceso durante la carga. El calor excesivo puede ser perjudicial para la vida útil de la batería.

Si bien apagar el teléfono o activar el modo avión al cargarlo puede tener ventajas, no es necesario hacerlo en todas las situaciones. Se puede optar por esta práctica cuando se desee cargar el dispositivo de manera más eficiente o en momentos en los que no es necesario estar conectado.

  • Cargadores y cables originales

Es importante utilizar cargadores y cables originales o de alta calidad para cargar el teléfono porque los que no lo son pueden representar riesgos de seguridad, como sobrecalentamiento, cortocircuitos o incluso incendios. Los productos de baja calidad pueden no estar diseñados para cumplir con los estándares de seguridad necesarios.

De hecho, los cargadores y cables no originales pueden no ser compatibles con el dispositivo, lo que puede llevar a una carga más lenta o problemas de conexión. Incluso podrían dañar la batería o el puerto de carga del teléfono a largo plazo.

  • No usar regletas

Reducir al mínimo los componentes que intervienen en la carga es un consejo valioso y no debe pasarse por alto, ya que ayuda a simplificar el proceso de carga y minimiza la posibilidad de fallos. Al seguir este consejo, se logra una carga más eficiente y segura. La idea detrás de este enfoque es eliminar factores adicionales que puedan causar problemas o disminuir la eficiencia de la carga.

La primera es que consume más energía de la que debe, porque el campo electromagnético no es 100% eficiente. Si el móvil recibe 30W (por ejemplo), el cargador está gastando más. La segunda es que la carga inalámbrica genera más calor de la cuenta.