Desde hace algunas semanas el semáforo epidemiológico ha cambiado en distintas partes de México, incluso en algunos estados ya se estableció semáforo verde y regreso a clases presenciales. No obstante, el confinamiento se prolongó por más de un año y esto dio como consecuencia que el bienestar físico y emocional de estudiantes fueron afectados por la pandemia.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas, a nivel mundial 198 millones de niños dejaron de asistir presencialmente a las aulas desde hace más de un año. En México la cifra fue de 33 millones de estudiantes de todos los niveles los que dejaron de asistir a clases presenciales. A causa de esta medida el bienestar físico y emocional de estudiantes fueron afectados por la pandemia, sobre todo la de niños y adolescentes.
Carlos Hurtazo, investigador de Neuropsicología de la Universidad del Valle de México, Campus Querétaro, al respecto señala aproximadamente 80% de los estudiantes presentarán alteraciones conductuales o emocionales. Una de las maneras en que el bienestar físico y emocional de estudiantes fueron afectados por la pandemia es la alteración del sueño. Esto por el bajo control de los padres sobre niños y adolescentes en el uso de las nuevas tecnologías. Otra alteración es el sedentarismo y la adicción a comida chatarra, esto provocado porque niños y adolescentes ya no realizan ejercicio ni las actividades que solían hacer. Pero entre todo ello, Hurtazo resalta niños y jóvenes con psicopatologías o con alguna discapacidad previa al confinamiento, van a requerir mayor atención; también quienes viven en pobreza presentarán problemas psicológicos.
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Por su parte, Cecilia Meza, investigadora de Psicología de la Universidad Autónoma de Nuevo León, señala otros síntomas que podrían presentar quienes fueron afectados en su bienestar físico y emocional por la pandemia. Entre ellos resaltan tristeza, falta de interés, cansancio constante, bajo rendimiento, aburrimiento, irritabilidad y, en casos extremos, comportamientos autodestructivos. De igual manera, considerando que no todos reanudarán clases presenciales, la investigadora también da algunas recomendaciones para mitigar este impacto en el bienestar físico y emocional de estudiantes por la pandemia. Entre las sugerencias señala mantener comunicación con amigos, crear f ormas de estudio y distracción en el hogar, aprender temas o habilidades de interés.
A pesar de las herramientas de educación a distancia, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía informa, alrededor de 2.53 millones de niños y adolescentes desde preescolar hasta el bachillerato abandonaron la escuela. Entre los principales motivos se encuentran la poca funcionalidad de las clases en línea, pero también el deterioro del bienestar físico y emocional de estudiantes que fueron afectados por la pandemia. Si no se toman medidas para mitigar tales problemas las autoridades estiman para el próximo ciclo escolar la cifra alcance los 3 millones.