Para conocer los síntomas más comunes con los que el estrés puede afectar a tu piel y cabello, hablamos con el doctor Ryan Turner, de Turner Dermatology, en Nueva York. Antes de sumergirnos en esta lista, es importante definir el estrés en sí. Porque “estrés” no se refiere simplemente a un mal día en el trabajo, a una pelea con un compañero o amigo o a perder el tren de cercanías.
1. Pérdida repentina o efluvio telógeno
Si notas una gran pérdida repentina de cabello, podría deberse al estrés. Debes aprender a distinguirlo de tu patrón de caída regular; tal vez sueles ver uno o dos pelos en el lavabo después de ducharte y secarte con la toalla, pero de repente ves 5 o 10 a la vez, todas las veces.
2. Alopecia areata
El efluvio telógeno no es el único tipo de pérdida de cabello provocada por el estrés. La alopecia areata es otra: "Por lo general, son parches circulares de pérdida de cabello en el cuero cabelludo o la barba", afirma Turner. Con la alopecia areata, el sistema inmunitario ataca a los folículos pilosos. “Suele ser reversible con la eliminación del factor estresante o con el tratamiento de un dermatólogo”
3. Canas prematuras
Todas esas noches de trabajo pueden comenzar a pasarte factura mechón a mechón: el estrés también puede hacer que el cabello se vuelva gris prematuramente.
4. Acné y aumento de grasa
El cortisol y la adrenalina que fluyen por tu cuerpo estresado pueden causar un aumento repentino de la producción de grasa en la piel, lo que se traduce en una probabilidad mucho mayor de que sufras brotes.