Aceites industrializados
Los aceites de maíz, girasol y palma son baratos, pero están muy procesados por medio de un proceso industrial que eleva su contenido de ácidos grasos omega-6 y reduce el de omega-3 (que es muy saludable). El problema del omega-6 es que, según algunos estudios, aumenta el riesgo de tener problemas de salud mental, como depresión y cambios de ánimo drásticos.
Cafeína
El problema de la cafeína es que puede descontrolar la respuesta del estrés del cuerpo, además de que puede afectar los patrones de sueño, y hay todo tipo de estudios y expertos que dicen que no dormir bien te deja más estresado, además de que puede llegar a afectar tu memoria y los procesos cognitivos del cerebro a largo plazo.
Alimentos procesados
Piensa en los refrescos, las botanas saladas y dulces que vienen empaquetados y están llenos de conservadores y químicos. Estos alimentos saben muy bien, pero se pueden volver adictivos y están llenos de azúcar que afecta al cerebro, lo que puede llevar a experimentar síntomas de depresión y agotamiento.
Puedes comerlos de vez en cuando, pero es mejor buscar opciones altas en nutrientes y, de preferencia, que sean naturales.
Azúcares añadidas y refinadas (y sustitutos)
Probablemente ya sabes que consumir azúcar no es lo más saludable, puede llevarte a subir de peso y aumentar la grasa alrededor de la cintura, y es algo que encuentras en muchas cosas, desde los cereales para niños, hasta los aderezos de las ensaladas.
Carbohidratos refinados
El MA Anderson Cancer Center de la Universidad de Texas dice que el consumo de carbohidratos refinados aumenta el nivel de azúcar en la sangre, esto afecta tus hormonas y puede hacer que te sientas inestable a lo largo del día, con picos de energía alta y bajones que te hacen sentir fatigado, deprimido y sin ganas. Esto además produce estrés por medio del aumento del cortisol.