Un estudio publicado en JAMA Network reveló que los jóvenes adultos le temen a pedir ayuda cuando se trata de problemas relacionados con la depresión. En Estados Unidos, la depresión es más frecuente entre los jóvenes adultos de 18 a 25 años de edad.
Igualmente, la depresión no tratada aumentaría el riesgo abusar de sustancias, tener comportamiento sexual indebido y no buscar un tratamiento adecuado. Por ello, los investigadores tuvieron como objetivo examinar las tendencias y patrones en las razones percibidas de los adultos jóvenes para no buscar ayuda ante tal problemática.
Para obtener los resultados, los científicos utilizaron los datos representativos a nivel nacional de la Encuesta Nacional sobre Uso de Drogas y Salud de 2011-2019 para adultos jóvenes. Entre las preguntas hechas a los encuestados figuraba saber si habían recibido algún tratamiento de salud mental en el último año y las razones por las cuales no buscaron tratamiento.
En un primer punto, se realizó un análisis de regresión logística bivariado para evaluar por qué los adultos jóvenes no buscaron ayuda para mitigar la depresión. Después, los investigadores se enfocaron en saber si hubo cambios significativos durante el tiempo que no recibieron atención profesional.
Finalmente, se les realizó una serie de análisis de regresión logística para entender su negativa a buscar algún tratamiento efectivo para curar la depresión. Tras los análisis se determinó que una de las razones más comunes fue el elevado costo de los tratamientos con un 57 por ciento.
Mientras tanto, el 37,8% pensó que podía manejar el problema por sí solos, sin necesidad de un tratamiento profesional y el 30% afirmó tener miedo a ser comprometidos por tomar medicamentos. Desde 2019, un número creciente de adultos jóvenes en Estados Unidos no sabe a dónde acudir para atender la depresión.
Además, su temor por no tener una cobertura de seguro adecuada para este problema y un miedo sobre la confidencialidad son factores los cuales también han impedido a los jóvenes a tratarse. Cabe señalar, que no se identificaron efectos de interacción significativos durante el proceso de estudio, esto sugiere que los cambios en los efectos negativos de la depresión fueron constantes.
Según el grupo de científicos, es importante impulsar cada vez más una cobertura de seguro capaz de mitigar los problemas mentales de los adultos jóvenes. Igualmente, se necesitan acciones inmediatas en política para cerrar la brecha para las personas que sufren y temen por no estar bien informados para tratar la depresión.